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CORDERITOS REGALADOS HACEN MAL A LA INDUSTRIA.


Un día, hace algunos años, andaba con mi auto por la calle Serrano, en Palermo, Buenos Aires, cuando vi un local de venta de cueros .

Estacioné mi auto, entré , y vi unos cueros de cordero muy lindos , que imaginé quedarían muy bien en los pies de mi cama.

Se me acercó un señor, por lo que se notaba era el dueño del lugar, le pregunté el precio de los corderitos y muy amable me dijo : salen 130 pesos cada uno.

Lo miré, con mi espíritu negociador, y le disparé: 2 x 200 pesos esta bien?.

El señor, sin perder en ningún momento su amabilidad, puso su mano en mi hombro, me miró y me dijo: “Dejalos, no son para vos….”

Se fue de mi lado , se sentó en su escritorio frente a su computadora , dejandome a mi frente a la pila de cueros de corderitos .

Obviamente, agarré 3 corderitos, saqué 400 pesos de mi bolsillo y se los pagué con mis mejores modales. Ya era una cuestión de caballeros.

Cuando volví a mi auto , con ahora mis cueros de corderitos, me puse a pensar en nuestra industria publicitaria, y ya dentro del auto intenté contar cuantas veces vi regalar corderitos .

Cuantas veces tendriamos que haberle dicho a los clientes: “Dejalo, no es para vos.”

Y nuestros clientes podrán tener mejor creatividad , porque las agencias van a tener dinero para pagar a los mejores y asi otra vez volver a ser una industria linda y bien paga.

Sólo comencemos a usar esa frase divina que me enseño ese señor, con amabilidad, cuando no tienen como pagarnos: “Dejalo, no es para vos”.

Y dejemos , de una vez por todas, de regalar nuestros mejores corderitos.

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